Atenea, Diosa virgen, permanece al margen de otras diosas más tradicionales. Su don es la estrategia, lo que implica que es consciente de la ética y la diplomacia; así pues, reconoce el poder del oponente y lo respeta.
Simboliza la dirección interior y el conocimiento de las capacidades propias. Su ritual era privado y personal con objeto de que ella, con su divina fuerza, indujera a la lucidez y a la introspección. Atenea ayuda a que la fuerza de la sabiduría lúcida se manifieste en los individuos.
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